Una mañana su madre le pregunto ¿Qué te pasa Pequeña P tienes mala cara te encuentras mal?
No sé que me está pasando, pero no te preocupes mama debe de ser el cansancio ya se me pasara.
Por la noche Pequeña P se fue a dormir y como siempre cogió un libro para leer un rato, pero no pudo leer las letras se movían y saltaban de página en página.
Pequeña P cerro el libro rápidamente y muy asustada se acostó.
A la mañana siguiente Pequeña P se lo explico a su madre, la cual aconsejo a la niña que no leyera por la noche por si tuviera la vista cansada.
Pero ella lo intentaba y cada noche le pasaba lo mismo, decidió no volver a leer ningún libro.
A Pequeña P también le gustaba hacer Sudokus y pensó los are antes de dormir a ver si así me relajo un poco.
Pero al abrir las páginas del Sudoku los números empezaron a saltar y a saltar, saltaban de una casilla a otra sin parar.
Pobre pequeña P tuvo que dejar de hacer Sudokus y de leer para poder descansar.
En uno de sus conciertos conoció a una anciana que le dio un sabio consejo, le dijo Pequeña p trabaja menos no te preocupes tanto de tus padres y hermanos, tienes una bonita casa y una buena posición.
Deja lo material y vive más la vida, por que llevas demasiadas cosas a tú cargo y recuerda que cuando eras más pequeña y no tenías tantas cosas eras más feliz.
Disfruta la vida y no dejes que los números y el dinero te causen problemas.
Se feliz Pequeña P y la anciana desapareció.
Pequeña P le hizo caso trabajo menos, estuvo más tiempo con su familia se dio cuenta que era lo más importante y desde ese día vive mucho más feliz.
Pequeña P puede leer y también hacer Sudokus y con menos cosas vive mucho más feliz. ¡HASTA PRONTO!
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