Pequeña P es una niña
alegre y divertida, siempre está contenta. Sus padres llevan varios años
ahorrando para poderse ir de vacaciones.Porque cada año se van a Santa Perpetua a casa de sus abuelos, a su mama le gustaría ir a Marbella y alojarse en un lujoso hotel cerca del mar.
Pero eso de momento no
podrá ser.A veces cuando su mama se enfada les dice que hará las maletas y se marchara a las Canarias.
En fin se acerca el verano y como cada año se irán a casa de sus abuelos.
En Santa Perpetua hay dos villas, villa azul y villa verde, en villa verde viven sus tíos y en villa azul sus abuelos.
En Villa verde Pequeña P se lo pasa muy bien porque puede jugar con sus primos y a villa azul solo sube a dormir.
Un día paseando por la montaña con su prima se encontró una mochila, estaba muy sucia debía de llevar muchos meses allí, la abrió y la mochila estaba llena de castañas, castañas secas y una nota que decía, que el que encontrara la mochila y la llevara al pueblo más cercano aria una buena obra.
Las niñas se extrañaron
mucho porque en la mochila no había nada solo castañas secas.Bajaron a villa verde y entregaron la mochila a la policía y dentro de la comisaria prestaron declaración, cuando terminaron se marcharon otra vez a jugar.
Para Pequeña P fue toda una aventura se lo paso muy bien, tanta mochila, tanto misterio.
Al cabo de unos días
Pequeña P y sus padres tuvieron que regresar a Mollet del valles porque se les
habían terminado las vacaciones.Estando en Mollet del valles avisaron a Pequeña P que unos señores preguntaban por ella, sus padres los hicieron pasar a su casa iban muy bien vestidos y venían acompañados de un policía.
Bueno señores dijo el
policía como ustedes son los padres de Pequeña P tendrán que hacerse cargo de
la fortuna que le han dejado a su hija, los padres no entendían nada.El policía les presento a los abogados y ellos fueron los que explicaron lo que había pasado.
En el monte de Santa
Perpetua vive el señor del castillo y un día decidió poner en una mochila
castañas, le gustaba coger castañas, pero de repente pensó y si dejo la mochila
pongo una nota para que la entreguen sabiendo que no hay nada de valor.¿Alguien la devolverá? ¿O la dejara tirada en la montaña?
El señor del castillo dio
orden a su abogado que si alguien devolvía la mochila tendría una recompensa,
la niña les dio las gracias y les dijo que no quería nada, además ella encontró
la mochila junto con su prima.Los abogados que iban con un traje negro abrieron un maletín que llevaban y sacaron dos fajos de billetes uno para cada niña, fajos con mucho dinero.
El señor del castillo de
Santa Perpetua es muy rico a sí de esta manera beneficia al pueblo y a la gente
más honesta.Pequeña P se puso muy contenta por fin sus padres podrían cumplir su sueño irse de vacaciones a un lujoso hotel de Marbella. Y sin comer perdices todos fueron muy felices.
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