Una mañana estando la señora Matilde barriendo la puerta de su casa, vio venir a la profesora de su hija y educadamente la saludo, buenos días y la profesora le contesto, buenos días señora Matilde y aprovechó para preguntarle ¿Cómo se encuentra su hija? La mujer se quedo muy extrañada y le respondió que yo sepa a mi hija no le pasa nada ¿porque me lo pregunta?
La madre se extraño muchísimo y le dijo a la profesora que hablaría con su hija, porque en su casa ni se quejaba ni cojeaba.
Por la tarde la señora Matilde hablo con su hija y le pregunto: ¿Por qué estas mintiendo a tu profesora y a tus compañeras de colegio?
La niña se puso a llorar desconsoladamente y le pidió perdón a su madre.
Mama perdóname pero es que no te lo quería decir, resulta que como todos los años, mi clase se va de excursión y me han dicho que tiene que venir papa para ayudar a los profesores.
En las demás excursiones que se han hecho los papas de mis compañeras también fueron a ayudar.
Y nunca los vi comportarse como a veces lo hace papa.
He preferido decir que me duele la pierna para poder tener una excusa y no ir a esa excursión. ¿Mama cuando dejara papa de beber tanto? ¿Mama porque papa se comporta a sí?
No lo sé hija mía tu padre está enfermo y a veces no lo puede evitar.
Mira mama le tiraremos todas las botellas de licor que tengamos en casa todas y además si lo veo emborracharse otra vez, me encerrare en mi habitación y no saldré hasta que sea mayor.
A ver si así es capaz de decirme que no lo puede evitar.
El padre que en esos momentos entraba en la casa escucho avergonzado toda la conversación y poniéndose de rodillas pidió perdón a su mujer y a su hija.
Les prometió que no volvería a beber que su mujer y su hija iban a estar muy orgullosos de él.
Y así fue su papa se curó y la bebida dejo.
Colorín colorado esta historia ha terminado.
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