Se casan nuestros queridísimos amigos: La Merluza con el Salmon, la Trucha con el Besugo, la Sardina con el Boquerón y de la orilla del mar también se casaran la Almeja y el mejillón.
Ya casi están preparados, los invitados van llegando quieren ocupar un buen lugar le preguntan al señor Pulpo en que sitio las parejas de novios van a estar.
El señor Pulpo les indica donde se pueden sentar.
Venga conmigo señora Sipia venga señor Calamar les indicare el sitio, donde mejor van a estar.
Date más prisa Centollo le dijo la Langosta, que tarde no me gusta llegar.
Empezó la ceremonia y el Pez Espada que era el juez a todos los quiso casar.
Pero de pronto se hizo un silencio y sintieron el motor de un barco llegar.
Todos estaban aterrados en sus redes seguro que irían a parar, gritaban, lloraban, no sabían por donde tenían que nadar.
Pero el barco pesquero no tuvo piedad y preparo sus redes para echarlas a la mar.
Pero los pescadores vieron que a lo lejos una ola gigante muy enfurecida venia al lugar donde las redes ellos querían echar, tuvieron mucho miedo y se fueron a otro lugar a pescar.
No era una ola gigante sino unas ballenas y delfines que venían a defender a sus compañeros del mar.
Se pudo celebrar la ceremonia y el Pez Espada a todos los pudo casar.
Se lo pasaron muy bien, todos comieron pastel y bebieron un licor muy rico hecho con burbujas del mar.
Todos fueron muy felices pero en este cuento no se comieron perdices.
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