La abuela los cuidaba los vestía y alimentaba.
Como no había sustento la pobre abuela tuvo que poner un huerto.
Como los nietos no la ayudaban apenas plantaba nada y la pobre de tristeza de tristeza enfermo.
Los niños se arrepintieron y poco a poco los tres hermanos se comportaron mejor.
Prometiendo a la abuela que cuidarían de ella.
Cuando llego la primavera plantaron coles patatas y berzas.
Recibieron una carta y se pusieron contentos. Sus padres volvían pronto muy pronto del extranjero.
Venían con regalos y también mucho dinero que habían podido ahorrar trabajando lejos muy lejos.
Cuando llegaron los padres se quedaron asombrados del cambio que habían hecho los tres pequeños hermanos.
Ya eran niños muy buenos con principios y educados.
Y colorín colorado este cuento se ha terminado.
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