Muy cerca de las cabañas vinieron unos cazadores que mataron a los papas de unos gorilitas negros.
La tribu los adopto parecían mansos y buenos.
Los monitos de la tribu los miraron con recelo porque nunca habían visto unos gorilas tan negros.
Se hicieron muy amiguitos siempre jugaban con ellos y allí en el gran bosque jugaban por la llanura y también por el sendero.
Siendo muy diferentes formaron una familia con aquellos monos pequeños.
La tribu era muy grande con muchos niños pequeños que cuidaban y jugaban con los dos gorilas negros.
Volvieron los cazadores se los querían llevar presos.
Los gorilas pelearon e hirieron a uno de ellos.
Con el tiempo se curó y se puso muy contento.
Los angelitos cuidaron a estos gorilitas negros.
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