Me voy de vacaciones de Semana Santa le dijo la col a la calabaza, y a dónde vas le pregunto la calabaza, a Sevilla me voy a ver las procesiones de Sevilla le respondió la col.
Si ves a don calabacín da le recuerdos de mi parte, que como es tan devoto siempre le canta saetas a la Virgen Macarena.
La col cogió el tren de mercancías y se fue para Sevilla. Tuvo un penoso viaje, las frutas que en algunos vagones había, con el calor se descomponían.
La pobre col se asusto y le hizo una promesa a su Cristo del gran poder que si llegaba verde y fresca se iría andando a su pueblo y nunca más cogería el tren de cercanías.
Las fresas se deshacían, y las lechugas se languidecían, donde irían a parar con aquel calor tan infernal.
Estando asomada en la ventana del hospital vio como pasaba la procesión y de pronto se hizo un silencio. Los tambores empezaron a tocar. POM PORROPOM POM PORROPOM.
Y una serena voz empezó a cantar era don calabacín que como era tan devoto le cantaba una saeta a la Virgen Macarena.
A la col se le pusieron las hojas de punta al ver a don calabacín cantar la saeta con tanta devoción.
La col se emociono y pensó yo el año que viene también are la procesión.
Y si consigo salir de esta también cumpliré con mi promesa.
POM PORROPOM POM PORROPOM POM PORROPOM