Erase una vez un país encantado, nada en este país era normal.Los arboles en vez de tener hojas tenían ojos y lo miraban todo, todo.
Las montañas eran blancas y esponjosas como el algodón y las nubes eran brillantes y de muchos, muchos colores.
Todos vivían muy tranquilos y felices, hadas, nomos y los elfos.
Las hadas procedían de Hadalandia, los nomos de Nomolandia y los elfos de Elfolandia, todos vivían felices en este país encantado.
Un día estando jugando unos pequeños elfos junto a un estanque lleno de sapos y ranas saltarinas sintieron llorar a un bebe desconsoladamente y fueron a ver qué ocurría.
Vieron a un pájaro muy grande, con un gran pico en el que llevaba a un bebe a un precioso bebe humano.
El gran pájaro de pico largo, se llamaba cigüeña y una vez que dejo al bebe con mucho cuidado en una gran rama, emprendió el vuelo.
Los elfos fueron en busca de sus mayores y les contaron lo que habían visto.
Los elfos, las hadas y los nomos, lo adoptaron y cuidaron de él.
El niño creció muy feliz, sin mentiras, sin envidias y sin maldad.
Se pasaba el día jugando con las hadas escalando las montañas de algodón, con los nomos saltaba de nube en nube por que así cambiaban de color y con los elfos que fueron los que lo encontraron jugaban con una canoa en un rio lleno de burbujas y espuma, el agua no era agua sino una rica y refrescante bebida de soda.
Así fueron transcurriendo los años hasta que el niño se hizo mayor y pidió a los que lo habían cuidado que lo dejasen marchar quería averiguar de dónde procedía y comprobar si su mundo era mejor.
Con mucha pena le dieron permiso y lo dejaron marchar.
Vio de donde procedía, vio guerras, vio maldad y vio mucha envidia.
No tardo en volver a su hogar a su país encantado, donde le esperaban las hadas, los nomos y los elfos que eran su verdadera familia.
Erase una vez una niña Mexicana que vivía en Veracruz, le gustaba mucho salir a pasear con sus amigas y con su perro.
La niña era muy buena estudiante le gustaba aprender y sobre todo navegar por internet.
Un día que estaba comprando en una tienda que estaba debajo de su casa conoció a una niña que era española y le hizo mucha gracia el acento que la niña tenía.
En seguida se hicieron amigas y se preguntaron cómo se llamaban: yo me llamo Guadalupe dijo la niña mexicana y tu cómo te llamas yo me llamo Neus y soy de Barcelona soy catalana mi nombre en castellano es Nieves, a Guadalupe le encanto el nombre.
Guadalupe le pregunto a Neus que si se quedarían mucho tiempo en Veracruz y Neus le contesto que se quedarían un mes que era lo que sus padres tenían de vacaciones.
Como el hotel estaba cerca de la casa de Guadalupe las niñas estaban siempre juntas, Guadalupe le enseño el colegio donde ella estudiaba, le presento a sus amigas y la llevo a un parque muy bonito lleno de flores le dijo que era su sitio preferido que ella iba todos los días a pasear con su perro.
Los días pasaron muy rápidos y pronto llego la hora en que las niñas se tuvieron que despedir.
Neus lloraba dejaba en Veracruz a una amiga porque en muy poco tiempo hicieron una buena amistad, Guadalupe estaba muy triste decía que ella no tendría la posibilidad de ir a Barcelona que nunca se volverían a ver.
Neus le hizo una promesa a Guadalupe le dijo que pronto se volverían a ver.
Neus les dijo a sus padres que si el año próximo no iban a volver de vacaciones a Veracruz que en muchos años no le hicieran ningún regalo y a cambio invitaran a su amiga Guadalupe venir a Barcelona a su casa.
Pasaron unos meses y las niñas no perdieron el contacto porque se mandaban mensajes en el facebook y también se mandaban email.
Paso el otoño, el invierno y cuando llego la primavera, Guadalupe tuvo una gran sorpresa y una gran alegría, los padres de Neus le avían mandado a sus padres tres billetes de avión y una invitación para que fueran a su casa a pasar las vacaciones, Guadalupe daba saltos de alegría, volvería a ver a su amiga, como Neus le avía prometido y podría viajar a España y conocer Barcelona que es una de las ciudades más bonitas del mundo.