En un tranquilo pueblo, vivían en una casa muy bonita una familia que tenían dos hijas llamadas Ester y Raquel.
Así comienza esta historia: Su mama les dijo un día, niñas al bosque no se puede entrar pues el camino se borra si lo empiezas a pisar.
Las niñas no hicieron caso y empezaron a entrar, cuando iban caminando empezó a oscurecer las niñas tuvieron miedo y se quisieron volver.
No encontraban el camino y empezaba a llover.
Se metieron en una cueva y empezaron a gritar para que fueran por ellas ya no se escaparían más.
A lo lejos sintieron voces. Pensaron ya nos vienen a buscar.
Pero no, era su madre que las llamaba para que fueran a merendar Ester… Raquel.. dónde estáis venid pronto que tenéis que merendar.
Y la madre preocupada las empezó a buscar.
Al otro lado del bosque se sintieron unos gritos, eran las pobres hermanas que no encontraban el camino.
La madre gritando mucho las pudo tranquilizar, les dijo no os asustéis que yo ya os voy a buscar.
La madre muy nerviosa el camino quiso hallar pero savia que solo de noche, lo podría en contrar.
Ella sabia la historia de una estrella fugaz porque su potente luz a las niñas podría ayudar.
Al otro lado del bosque la mama con sus hijas pudo hablar.
Seguid a la estrella a la estrellita fugaz ella con su resplandor el camino a casa os va a guiar.
Y así se acaba la historia de una estrella fugaz.
Y las niñas muy felices siempre con sus papas estarán porque ya nunca se volverán a escapar.
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