








El siempre les decía a sus
papas que no le gustaba estar solo y que le aria mucha ilusión poder tener más
hermanos.Los padres le decían que tener más familia supondría para él tener menos cosas y que tendría que compartir todo lo que él tuviera.
Pero eso a él no le
importaba.Pascualin cuando se quedaba solo soñaba con una gran báscula una báscula con
grandes ojos y afilada nariz.En ella el ponía las cosas buenas que podía tener si tuviera un hermano y en la otra balanza ponía los
inconvenientes y las cosas peores que podrían pasar: Si tuviera un hermano lo
cuidaría, le daría mis juguetes, le enseñaría todo lo que yo sé, jugaríamos
juntos, no le importaría que fuera niño o niña, irían al colegio juntos, quizás
tendría menos tiempo para sus amigos pero eso a él no le preocupaba, poder
cuidar a su hermano eso si sería importante.
La balanza siempre se
llenaba de cosas buenas.Cuando tenía que poner en la otra balanza los inconvenientes apenas se notaba, no se le ocurría nada.
La balanza de cosas buenas estaba llena, en cambio la balanza de inconvenientes siempre quedaba vacía.
El siempre ponía lo bueno y lo malo y la balanza siempre se inclinaba hacia el lado bueno porque además de ser un buen niño Pascualin es muy positivo.
¡Que ilusión, que alegría, si mi mamá me trajera, un hermanito algún día!
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