EL PAVO

 
Había una vez, una pequeña granja donde criaban animales, tenían vacas, cerdos, gallinas y pavos.

Los granjeros los alimentaban, los limpiaban y cuidaban.
En las fiestas del pueblo, había una tradición que el que llevara los pavos más grandes se llevaría el primer premio y un bonito galardón.
En la granja, se sabía y todos los pavos comían y comían.
Pero había uno que el pienso no quería y todos los demás pavos se burlaban y se reían.
No burlaros de mi amiguitos que he perdido el apetito.
Pero los pavos, las vacas, cerdos y gallinas del corral.
Todos opinaban igual.
Este pavo esta esquelético como siga igual no podrá concursar.
Pasaron las semanas y llegaron las fiestas del pueblo.
El granjero tuvo que seleccionar y como ya os imaginareis al pobre pavo flaquito en el corral lo tuvieron que dejar.
Los pavos del granjero eran los más grandes y lustrosos, por eso lo ganaron todo, todo y todo.
Felicitaron al granjero y como recompensa le compraron todos los pavos para un restaurante muy importante que hay en el pueblo.
El granjero se fue a su casa muy feliz y contento.
Pero más feliz y contento se quedo el pavo flaquito que se quedo en la granja con sus amiguitas las vacas, los cerdos y todas las gallinas y gallos del gallinero.