Detrás de la cabaña tienen un corral con gallinas y también tienen una pequeña huerta que cuida con mucho esfuerzo su abuelo a pesar de ser muy mayor y estar enfermo.
Pablito y su abuelo viven tranquilos y felices a pesar de todo, no les falta de nada.
La huerta les da verduras y legumbres, las gallinas huevos y las cabras les proporcionan una rica leche, con la que hacen unos riquísimos quesos.
Pablito no se podía creer lo que sus ojos estaban viendo, unas naves muy raras estaban aterrizando enfrente de su cabaña eran naves de colores naves muy brillantes.
Pablito se quedo paralizado no pudo ni avisar a su abuelo
De las naves salieron unos pequeños marcianos, no se parecían entre ellos, eran todos diferentes.
No te asustes que venimos en son de paz.
Los marcianos se portaban muy bien con Pablito.
Al cavo de pocos días los marcianos se preparaban para marchar y como Pablito se porto muy bien con ellos, a su abuelo lo despertaron y con sus vibraciones lo hicieron más joven y también lo curaron.
Cuando se despidieron de Pablito, las naves emprendieron el vuelo y como relámpagos luminosos en el cielo desaparecieron.
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