La taza se lo dijo al porrón y los cuatro se marcharon de excursión.
Salieron de la cocina y se adentraron en el salón.
Qué bonito era todo, cuanto lujo, cuanto sillón qué bonitos cuadros, qué gran televisor.
Se quedaron embobados y siguieron su excursión.
Subieron un peldaño y vieron un cuarto de baño, qué sobrio pero no les causo ninguna sensación.
Subieron las escaleras, que cansancio tuvieron que hacer un parón.
Cuando se les fue el cansancio, entraron en una gran habitación que bonita cuanta iluminación, tenía bonitos muebles y unas cortinas conjunto con el edredón.
Sintieron un portazo, era la señora de la casa que junto a sus hijos habían llegado.
Decidieron que su excursión ya había terminado y a toda prisa a la cocina llegaron.
Esta historia la han protagonizado: El plato, la taza y el cucharón con su gran amigo el porrón.
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