Se acerca el invierno, los días son más cortos y oscurece más pronto.


Mi casa esta a las afueras del pueblo por eso casi siempre voy al cole en bicicleta.
El camino desde mi casa al cole no es largo, pero si es un camino un poco desierto, porque tengo que pasar por el centro de un parque, a veces me encuentro alguna persona haciendo footing o paseando pero no es muy habitual.
Una tarde tuvimos una reunión en el colegio y salí un poco más tarde. Mis amigas se habían marchado y me toco ir sola a mi casa.
Cogí la bicicleta y me puse en marcha, cuando llegue al parque me pareció sentir un ruido y mire a mi alrededor, no vi a nadie.

Seguí mi camino pero no tarde en ver unas sombras que venían hacía mí, no eran personas haciendo footing porque iban muy despacio, el miedo me paralizo no supe que hacer, cogí la bicicleta y me di la media vuelta dirección al colegio pedalee con todas mis fuerzas sentía ruidos y pasos de tras mío, por fin pude salir del parque y cuál fue mi sorpresa que al llegar a la avenida de mi colegio todo era diferente.
El edificio había cambiado, en su lugar había una terrorífica casa y de ella salían horribles monstruos, fantasmas y zombis.
De pronto me tocaron la cabeza (Casi se me para el corazón)


Desde aquel día no he vuelto a pasar por el parque aunque tarde más en llegar siempre voy por el centro del pueblo.
Sé que es una tontería pero no voy a escuchar más historias ni leer más cuentos sobre halloween por si acaso.
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