PIRATAS

En un pequeño pueblecito costero vivía una familia de pescadores.

Tenían una hija, la niña iba todas las tardes al puerto a esperar a su padre le gustaba ver lo que su padre y los demás pescadores habían pescado.
La niña era muy soñadora y soñaba que su padre en vez de ser pescador y tener una barca, era el capitán de un barco pirata y que ella era su contramaestre.
Soñaba que eran piratas, piratas buenos que ayudaban a los barcos que tenían problemas en alta mar y en agradecimiento les regalaban joyas y monedas de oro.
También soñaba que su padre el capitán pirata tenía un parche en el ojo y siempre lo

acompañaba su loro que tenía una pata de palo.
En el barco  había unos cañones que los utilizaban para asustar a las ballenas gigantes cuando los querían atacar
La niña soñaba que cuando estaba en el barco todos los piratas la respetaban y obedecían sus órdenes: Timonel, adelante a toda vela.
¡Cuidado con el palo mayor, el mar esta enfurecido!
Bucaneros tendréis que soltar amarras, cuando el mar este calmado nos dirigiremos a nuestra isla.
(Porque tenían una isla donde guardaban su cofre del tesoro y los barriles de Ron)
Desde la escotilla el capitán pirata que se llamaba Vista Alegre ordeno que se dirigieran  a su isla y que bajaran el ancla.
Cuando llegaron a la isla el capitán Vista Alegre le dijo a su hija, abre el cofre y coge una de las joyas que más te guste.
La niña se puso muy contenta y le dio las gracias a su padre y cuando fue a abrir el cofre. (En ese momento la despertaron)
Hija mía, hija mía, le decía su madre despierta, despierta que llegaras tarde al colegio.
¡O! Todo había sido un sueño.
Su papa no era el capitán Vista Alegre.
   Seguía siendo (Matías el pescador)