Tenía unas verjas de hierro forjado por ellas se
podía ver el inmenso jardín un jardín mal cuidado sin flores lleno de matojos y
con muchos árboles secos.
A lo lejos se
podía apreciar una estatua que estaba dentro de un estanque y de ella manaba
agua, como si fuese una fuente.
No lo podía remediar me invadía la curiosidad.
Todos los días me asomaba a la verga para poder
mirar y poder conocer la gente que allí podía vivir.
Sé que está feo mirar pero a mí me podía la
curiosidad.
O de lo contrario será un caserón encantado y
solamente viven los criados, por que los dueños son fantasmas o espíritus.
Yo cada día me quedo un rato mirando a ver si puedo
ver algo.
A veces se oyen risas, risas de niños pero yo no he
visto a ninguno.
Me gustaría tanto que algún día estuvieran en el
jardín jugando.
Bueno yo como soy tan curiosa me conformaría ver
algún niño o persona asomándose en esos ventanales tan enormes que tienen.
Detrás de esas cortinas se mueven a veces sombras, sombras que siempre se paran en la habitación
que hay arriba en el desván.
Desde la calle se ve la habitación, se ilumina
posiblemente con unas tristes velas.
Yo creo en los espíritus y en los fantasmas y no
creo que tengan poder para hacernos daño solo hacen el intento de asustarnos,
eso debe ser que de donde proceden no son felices.
Esta noche me quedare vigilando la verja, para
descubrir sus misterios y procurare conectar con algún espíritu, les preguntare
si son felices, o si los puedo ayudar para que puedan alcanzar la paz que ellos
necesitan, tengo que entrar en este inmenso caseron, sea como sea y tengo que
liberar a los pobres fantasmas y a esos desdichados espíritus que por las
noches pasean por el desván.
A la mañana siguiente me presente en el caserón
con muchos juguetes y golosinas los deje
en el jardín prometí que si bajaban al jardín no les diría nada y los dejaría
jugar y así lo hicieron a media noche los espíritus y fantasmas empezaron a bajar
y allí se encontraron todo tipo de juguetes
pelotas, trenes, muñecas, pasteles y todo lo que un niño desearía tener.
La historia de la casona es que hacía muchos años que aquellos niños avían
muerto pero ellos a un no lo sabían.Pero ahora soy amiga de todos ellos y me reciben con cariño abriéndome la verja todas las noches. Y COLORIN COLORADO ESTE CUENTO Ha TERMINADO
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