lunes, 30 de diciembre de 2013

CASERON

De camino a casa cuando salía del colegio siempre me paraba a mirar aquel caserón.
Tenía unas verjas de hierro forjado por ellas se podía ver el inmenso jardín un jardín mal cuidado sin flores lleno de matojos y con muchos árboles secos.
A lo lejos se podía apreciar una estatua que estaba dentro de un estanque y de ella manaba agua, como si fuese una fuente.
No lo podía remediar me invadía la curiosidad.
Todos los días me asomaba a la verga para poder mirar y poder conocer la gente que allí podía vivir.
Sé que está feo mirar pero a mí me podía la curiosidad.
¿Serán buena gente? ¿Serán amables? ¿Tendrán hijos?
O de lo contrario será un caserón encantado y solamente viven los criados, por que los dueños son fantasmas o espíritus.
Yo cada día me quedo un rato mirando a ver si puedo ver algo.
A veces se oyen risas, risas de niños pero yo no he visto a ninguno.
Me gustaría tanto que algún día estuvieran en el jardín jugando.
Bueno yo como soy tan curiosa me conformaría ver algún niño o persona asomándose en esos ventanales tan enormes que tienen. Detrás de esas cortinas se mueven a veces sombras,  sombras que siempre se paran en la habitación que hay arriba en el desván.
Desde la calle se ve la habitación, se ilumina posiblemente con unas tristes velas.
Yo creo en los espíritus y en los fantasmas y no creo que tengan poder para hacernos daño solo hacen el intento de asustarnos, eso debe ser que de donde proceden no son felices.
Esta noche me quedare vigilando la verja, para descubrir sus misterios y procurare conectar con algún espíritu, les preguntare si son felices, o si los puedo ayudar para que puedan alcanzar la paz que ellos necesitan, tengo que entrar en este inmenso caseron, sea como sea y tengo que liberar a los pobres fantasmas y a esos desdichados espíritus que por las noches pasean por el desván.
A la mañana siguiente me presente en el caserón con muchos juguetes y golosinas  los deje en el jardín prometí que si bajaban al jardín no les diría nada y los dejaría jugar y así lo hicieron a media noche los espíritus y fantasmas empezaron a bajar y allí se encontraron todo tipo de juguetes  pelotas, trenes, muñecas, pasteles y todo lo que un niño desearía tener. La historia de la casona es que hacía muchos años que aquellos niños avían muerto pero ellos a un no lo sabían.
 Pero ahora soy amiga de todos ellos y me reciben con cariño abriéndome la verja todas las noches. Y COLORIN COLORADO ESTE CUENTO Ha TERMINADO

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