martes, 22 de mayo de 2012

MARIA

                    maria
Erase una vez una niña que tenía muy mal comer, nunca tenía hambre nada le sabía bien, solo quería comer los manjares que su abuelita solía hacer.
Era bastante mayor cuando se comió su primer plato de macarrones que ricos que sabores.
No recuerda a qué edad la tortilla de patata empezó a degustar.
A su mamá no le gustaba cocinar y cada día sopita de fideítos había para cenar.
Pobre niña no le gustaba comer lo que su mamá le hacía.
Conoció al riquísimo canalón, las mandonguillas que delicia y el buenísimo pollito, pollito al chilindrón.
María creció y como le gustaba la cocina se comía todo lo que ella hacía.
Si hacia espaguetis un barreño se comía, sí era ensaladilla la ensaladera repleta se ponía.
Cuando se aburría cocinaba, cocinaba y comía.
Han pasado algunos años y como es normal María ha engordado.
Ahora solo come verdura, ensalada y pechuguita asada.
Y recuerda con cariño la sopita que su mamá le hacía de fideítos, fideítos finos.
              

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